La vela y la flama
La cera emite grititos mientras se consume. El pabilo, ni se diga: hace un berrinche de chispas cuando se pone la soga al cuello. También la flama parece prever su futura extinción, pero es mucho más tranquila. Resplandece su calma en la oscuridad. El candelero que los sostiene ve pasar su cada vez más cercano rostro. El tiempo, apacible, contempla la escena y sonríe.
En: Historias imposibles (1989).
Miguel Ángel Godínez Gutiérrez
(Tacuba, 1953)
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